Salud
La natación podría mejorar los síntomas de asma en los niños
Escrito por Norma Pernett
Que la natación es uno de los deportes más completos para ejercitar cada uno de los músculos del cuerpo no es una novedad. Sin embargo, según publica Respirology, hay que añadir un nuevo beneficio a la lista: la mejora de los síntomas del asma.
Tradicionalmente los niños asmáticos eran aislados de toda actividad física, ya que suele ser el desencadenante de muchas crisis. Sin embargo, esta idea ha ido desapareciendo con el tiempo, motivando a los más pequeños a realizar de deporte. Ahora, gracias a una investigación dirigida por Wang Jeng-Shing, de la Universidad Médica Taipei, en Taiwan, es incluso aconsejable realizar natación para mejorar los síntomas del asma.
Para llevar a cabo el estudio se dividió a niños con edades comprendidas entre siete y 12 años en dos grupos. A uno de ellos se le sometió a programas de natación, además de su tratamiento regular del asma, durante seis semanas. Todos los niños que siguieron el experimento mostraron mejorías, tanto en sus síntomas, hospitalizaciones, visitas a la sala de emergencias y en el ausentismo escolar; además de otras mejoras como la respiración, el ronquido, deformidad torácica, confianza en sí mismo y la sensación general de desventaja. “A diferencia de otros deportes, la natación es poco probable que provoque ataques de asma. Además de mejorarlo, promueve el desarrollo psicológico y psífico normal”, explicó Shing.
Las ventajas de nadar
El ambiente húmedo y caliente de las piscinas cubiertas hace que en ellas sean mucho menos frecuentes los ataques de asma inducida por el esfuerzo. Esto se debe a una pérdida de calor, y sobre todo, de humedad en las vías respiratorias. Así aumenta la concentración de sustancias mediadoras de la inflamación, como los leucotrienos y las histaminas, que facilitan la contracción muscular. Los ambientes secos y fríos y los esfuerzos intensos que exigen una gran ventilación desencadenan en mayor medida la crisis.
Los periodos de calentamiento y enfriamiento, antes y después del ejercicio, juegan un papel importante en la prevención del asma inducida por el esfuerzo. Tras la contracción hay un periodo de latencia, que se conoce como periodo refractario, en el que el músculo no es capaz de contraerse de forma normal durante aproximadamente una hora. Con un buen calentamiento el deportista puede entrar en este ámbito de crisis leve que le evitará ataques intensos durante el ejercicio. (Fuente: www.diariomedico.com).